'Pulso al Fracaso', el documental

Este documental muestra la vida y los problemas que se presentan en la vida de jóvenes que atraviesan algunas dificultades socioculturales y económicas, motivo por el cual han sido derivados académicamente a un centro alternativo y distinto a los institutos en los que se imparten las clases de manera tradicional. Los educandos que asisten a este centro han profesado dificultades en su vida estudiantil pasada, lo que les condujo al fracaso escolar, la falta de motivación por estudiar, la nula existencia del respeto al profesorado, y en ocasiones a su familia o amistades... Esto tiene relación con el hecho de que los niños que estudian aquí llegan al centro a través de otros centros y son expulsados de allí de vez en cuando de una forma u otra debido a su mal comportamiento. Por tanto, lograr este clima de respeto, tolerancia o participación es más complejo, pero no imposible, como hemos visto a lo largo del documental. 

Durante todo el documental puede observarse el interés del centro docente por contribuir al desarrollo buscando siempre una óptica de respeto y convivencia en este público en concreto, ofertándoles una segunda oportunidad para creer en la formación académica; es imposible obviar la dificultad de esta tarea a lo largo de todo el documental.  

El hecho de que estos jóvenes hayan perdido toda esperanza en sí mismos e incluso lleguen a decir que “nadie les dijo que hicieran lo correcto” es devastador; se retiran cada vez más del sistema educativo y entran en una espiral de aversión. Este centro trata de dar a estos estudiantes confianza en sí mismos para que puedan aprender una profesión y progresar para encontrar un trabajo y, en definitiva, una vida mejor en el futuro; y es que, en definitiva, en este centro no se busca el expediente perfecto ni a completar el temario estipulado por el currículo académico, sino que se centra en lograr el crecimiento de las personas a través de la enseñanza de tareas práctica, la educación a través de valores y el respeto. 

A veces, en muchas escuelas intermedias, muchos estudiantes son "abandonados" porque no se contempla una solución plausible a sus problemas, los cuales hacen imposible que el alumno tenga un rendimiento escolar adecuado y un desarrollo socioafectivo normal. No obstante, no dejan de ser adolescentes que aún siguen formándose en todos los aspectos, y tienen unos grandísimos complejos que muchas veces no son capaces de eliminar por sí mismos. Todo el mundo necesitamos, tarde o temprano, apoyo para poder hacerle frente a nuestros miedos, sortear los diferentes obstáculos que se nos pongan por delante y sobrellevar los golpes más duros; la Fundación Tomillo es uno de estos centros tan desconocidos y tan necesarios en nuestra sociedad. Los espacios de segunda oportunidad son aquellos que tienden la mano a un chaval descarrilado para decirle “ánimo; confío en ti". Y a veces, lo único que necesita la gente que va a contracorriente contra todo el mundo es únicamente eso, una segunda oportunidad y una mano en la espalda que le arengue confianza.