La Educación de Castilla y León

El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, más conocido por las siglas inglesas PISA, es un estudio promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que se encarga de medir las competencias matemáticas, científicas y lectores del alumnado de quince años. No es, sin embargo, un examen más que se le hace al alumnado, sino que nivela las políticas educativas del país y los resultados de estas.

El informe PISA, ese fantasma que trae de cabeza a toda España. ¿A toda? No, pues hay en el centro-norte una aldea de irreductibles castellanoleoneses que se mantienen firmes ante la evaluación. 

Desde que España participa en el estudio, siempre se han dado lloros debido al bajo rendimiento obtenido, en general, en todas las Comunidades Autónomas, manteniéndose casi siempre por debajo de la media europea en las tres competencias medidas por el examen. No obstante, hay algunas “islas educativas” que se mantienen aisladas de esta realidad; una de esas islas suele ser, de forma más que recurrente, Castilla y León, pues ya no es solo que se postule como la cabeza del rendimiento educativo en España, sino que ocupa puestos de vanguardia a nivel mundial. 

Tras la lectura del artículo de El Norte de Castilla, puede observarse cómo se señalan claramente una serie de puntos fuertes del sistema educativo castellano, si bien destacan los llamados Centros BITS (siglas que responden a las palabras “bilingüe”, “inclusión”, “tecnología” y “seguridad”). Un centro BITS es aquel en el que el conjunto de profesores, como equipo de centro y con la colaboración de la Consejería de Educación, desarrollan un proyecto de innovación educativa en el que se pretende transformar la enseñanza y poder así adaptarla a las nuevos contextos y necesidades. Con ello, se logra contribuir a un mayor y mejor desarrollo de las competencias clave de los alumnos en la sociedad del siglo XXI. 

El propio portal de Educación de la Junta de Castilla y León dice que “la escuela es un centro de aprendizaje y de transformación social (más que un centro de enseñanza) en el que se potencia la competencia comunicativa (plurilingüismo), la inclusión (todos los alumnos tienen derecho a recibir una enseñanza personalizada y adaptada a sus singularidades pues todos somos distintos, diversos e iguales) y se incorpora la tecnología de forma sencilla y segura para impulsar una pedagogía acorde a los requerimientos de la época en la que nos ha tocado vivir y que oriente y eduque a los alumnos para abordar con éxito su futuro.” Algo destacable es que este tipo de centros ha ido en incremento en los últimos años, demostrando así que las deferentes escuelas muestran una proactividad y una predisposición a no ser hieráticas y renovarse. 

Centrándonos de nuevo en uno de los puntos fuertes que se observa en el texto, las clases bilingües, es necesario destacar que este asunto es un arma de doble filo. SI bien también crecen los centros que se especializan en la docencia en varios idiomas (principalmente inglés y francés), y que son los alumnos de Castilla y León los que más alto bareman en estas pruebas, la realidad es que hay países en Europa que, desde edades tempranas, sus alumnos son completamente bilingües en inglés y con una fluidez casi nativa; no hay más que observar el panorama internacional y la dificultad que tienen los turistas españoles en comunicarse cuando visitan países extranjeros y la relativa facilidad que tienen los visitantes extranjeros para comunicarse en inglés. 

Sin embargo, el principal problema es que nuestra comunidad tiene un índice de asistencia escolar cada vez más bajo, algo que es repetido en el resto de la España Vaciada. El éxodo de nuestra tierra, en esencia fruto de una mayor falta de oportunidades en el mundo laboral, así como una crisis de natalidad importante, provoca que cada vez haya menos alumnos en los centros castellanoleoneses; y es aún más marcado en los ámbitos eminentemente rurales. También se desprende del texto se desprende que, si bien el número de alumnos matriculados en secundaria y la matriculación en 2017 es similar al de años anteriores, hubo una disminución en la asistencia escolar en educación infantil y primaria. 

 

Por tanto, y tras el análisis concienzudo del artículo, se pueden sacar un par de conclusiones.  

Primeramente, hay un grandísimo interés dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León de innovar a nivel educativo con el objetivo de mantener ese alto rendimiento escolar que se refleja en el Informe PISA. Además, cabe destacar que desde el gobierno autonómico se proponen medios para este fin. 

Para finalizar, el mayor problema al que debe hacer frente la Educación a nivel regional no es uno al que precisamente la Consejería de Educación pueda atajar per se. El mayor enemigo que tiene, ahora mismo, es la sangría demográfica que se ve en la región desde hace unos años, que dentro del mundo educativo se traduce en unas menores ratios de escolarización y matriculación en los centros. 

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